Monday, January 01, 2007
Amor de peces
Nuestros cuerpos de peces
se deslizan uno al lado del otro.
Tu piel acuática nada en el sueño junto a la mía
y brillan tus escamas en la luz lunar
que se filtra por la rendija.
Seres traslúcidos flotamos
en el agua de nuestros alientos confundidos.
Atrapamos oxígeno y calor
en el refugio de blancas anchas algas
donde nos protegemos contra el frío.
Súbitamente,
en las nocturnas corrientes nos encontramos
- peces resbaladizos de grandes ojos abiertos -
Nadamos furtivamente soñolientos
reconociendo rocas, dulces concavidades.
Después de larga lenta danza
en la pereza-pecera de la madrugada,
despertamos mamíferos,
abandonamos el agua.
Le doy gracias a Darwin,
cuando me despojo
de las impenetrables
extremidades de sirena.
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