Wednesday, June 27, 2007

Podriamos


Podríamos tener una discusión sobre el amor.
Yo te diría que amo la curiosa manera
en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen,
explorando y renovando el más antiguo
acto del conocimiento.

Diría que amo tu piel y que mi piel te ama . . .
que amo la escondida torre
que de repente se alza desafiante
y tiembla dentro de mí buscando la mujer
que anida en lo más profundo
de mi interior de.... hembra.

Diría también que amo tus ojos
que son limpios y que también me penetran
con vaho de ternura o de preguntas.

Diría que amo tu voz
sobre todo cuando decís poemas,
pero también cuando sonás serio,
tan preocupado por entender
este mundo tan ancho y tan ajeno.

Diría que amo encontrarte
y sentir dentro de mí una mariposa presa
aleteándome en el estómago
y muchas ganas de reírme
de la pura alegría de que existía y estás,
de saber que te gustan las nubes
y el aire frío de los bosques del invierno .....
Podríamos discutir si es serio esto que te digo....

Si es una quemadura leve, de segundo, tercer o primer grado.
Si hay o no que ponerle nombre a las cosas.
Yo con sólo una simple frase ..... afirmo
Te amo

Thursday, June 21, 2007

El retorno


En el calendario:
la ausencia.
Ventanas blancas
por donde escapa
tu imagen.
La soledad me alivia.
Me distiende la piel.
Recobro el sonido de
la vida interior
ensordecida por tus palabras.
Ventanas blancas de los días
me vacían de rencor.
Caen afuera las primeras lluvias.
Mi soledad huele a tierra mojada.
Mi vientre se llena de viento.
En unos días más olvidaré
el contorno preciso de tu rostro.
Entonces empezaré a desearte
otra vez.
Descartaré el olvido, la rabia.
La nostalgia me mojará
y yo también oleré a humedad.
Desde las ventanas blancas del calendario
me mirarán tus ojos de antes,
los del amor.
Esperaré deshojada
la resurrección de la carne
de lo que fuimos.
Removerá mi alma las alacenas
del optimismo.
Pondré alpiste en las ventanas
y aguardaré el pico duro de tu boca
tu mirada de pájaro.
Temblando.

Sunday, June 17, 2007

Es larga la tarde


Es larga la tarde
como el camino curvo hasta tu casa
por donde regreso arrastrando los pies
hasta mi cama sola
a dormir con tu olor engarzado en mi piel,
a dormir con tu sombra.

Es larga la tarde
y el amor redondo como el gatillo de una pistola
me rodea de frente, de lado, de perfil.
El sueño pesa sobre mis hombros
y me acerca de nuevo a vos
al huequito de tu brazo,
a tu respiración,
a una continuación infinita de la batalla
de sábanas y almohadas que empezamos
y que pone risa
y energía
a nuestro cansancio.