Sunday, August 21, 2011

El placer del chocolate





Un cuadrado oscuro de chocolate
tiene para los dientes
el mismo efecto sensual
que el lodo en los pies traviesos de la niñez.
En la lengua, la densa materia oscura
suelta salivas en rojos cauces.
El chocolate se disuelve en dulce espeso fango
cuando lentamente se acarician los bordes
hasta que la tableta en la cavidad cálida
suelta aromas, recuerdos y flores
en las distendidas papilas.
Ríos de chocolate
atraviesan encías e resquicios dentales
y el placer - que uno sabe fugaz -
da sus vueltas atrapado en la boca.
Devoro chocolate ahora que no te tengo
para, lí­citamente y sin culpas,
abandonarme al erotismo.

Comiendo chocolate pienso en tu piel a mordiscos
pienso en tus piernas
tus pies
pienso en los manjares suculentos
de la vida.






Wednesday, May 25, 2011

Mujer Irredienta





Hay quienes piensan
que he celebrado en exceso
los misterios del cuerpo
la piel y su aroma de fruta.
¡Calla, mujer! -me ordenan-
No nos aburras más con tu lujuria
Vete a la habitación
Desnúdate
Haz lo que quieras
Pero calla
No lo pregones a los cuatro vientos.
Una mujer es frágil. Leve, maternal;
en sus ojos los velos de pudor
la erigen en eterna vestal de todas las virtudes.
Una mujer que goza es un mar agitado
donde sólo es posible el naufragio.
Cállate. No hables más de vientres y humedades.
Era quizás aceptable que lo hicieras en la juventud.
Después de todo en esa época, siempre hay lugar para el
desenfreno.
Pero ahora, cállate.
Ya pronto tendrás nietos. Ya no te sientan las pasiones.
No bien pierde la carne su solidez
debes doblar el alma
ir a la iglesia
tejer escarpines
y apagar la mirada con el forzado decoro de la menopasia.
Me instalo hoy a escribir
para los sumos sacerdotes de la decencia
para los que, agotados los sucesivos argumentos,
nos recetan a las mujeres la vejez prematura
la solitaria tristeza
el espanto precoz de las arrugas.
¡Ah! Señores: no saben ustedes
cuánta delicia esconden los cuerpos otoñales
cuánta humedad, cuánto humus
cuánto fulgor de oro oculta el follaje del bosque
donde la tierra fértil
se ha nutrido de tiempo.



Tuesday, March 08, 2011

Ocho de Marzo


Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
Desde la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)
Nosotras queremos ver y oler las flores.

Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras
en vez de machos,
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris
Y de los que nos vendaron los pies
Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina
Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado
Y del que nos despidió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir
a riesgo de nuestras vidas
Queremos flores del que se protege del mal pensamiento
obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo
Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte
Queremos flores de los que nos quemaron por brujas
Y nos encerraron por locas
Flores del que nos pega, del que se emborracha
Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes
Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos
Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras
Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género

Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy. Cuánto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.

 Gioconda Belli

Monday, December 06, 2010

Vestidos de dinamita



Me tengo que ir a comprar las pinturas con las que me disfrazo todos los días para que nadie adivine que tengo los ojos chiquitos (como de ratón o de elefante). 
Estoy yéndome desde hace una hora pero me retiene el calor de mi cuarto y la soledad que, por esta vez, me está gustando y los libros que tengo desparramados en mi cama como hombres con los que me voy acostando, en una orgía de piernas y de brazos que me levantan el desgano de vivir y me arañan los pezones, el sexo, y me llenan de un semen especial hecho de letras que me fecundan y no quiero salir a la calle con la cara seria cuando quisiera reír a carcajadas sin ningún motivo en especial más que este sentirme preñada de palabras, en lucha contra la sociedad de consumo que me llama con sus escaparates llenos de cosas inalcanzables y a las que rechazo con todas mis hormonas femeninas cuando recuerdo las caras gastadas y tristes de las gentes en mi pueblo que deben haber amanecido hoy como amanecen siempre y como seguirán amaneciendo hasta que no nos vistamos de dinamita y nos vayamos a invadir palacios de gobierno, ministerios, cuarteles... con un fosforíto en la mano.




Tuesday, August 31, 2010

Mi sangre










Mi sangre acarrea letras
dentro de mi cuerpo.
Ando una sensación extraña
en la cabeza,
una sensación de olas reventando,
de presa contenida,
de túnel de viento.
A través de varios días
todo es más bello de repente,
cada calle y cada cara son bellas,
hasta los botes de basura son bellos.
Siento que soy un bosque
que hay ríos dentro de mí,
montañas,
aire fresco, ralito
y me parece que voy a estornudar flores
y que, si abro la boca,
provocaré un huracán con todo el viento
que tengo contenido en los pulmones.
Me va persiguiendo el presentimiento
del poema próximo a nacer,
naciendo como ahora,
brotando una primavera
en mis manos.




Tuesday, December 08, 2009

Tiempo Vegetal





Seductor es el tiempo
Por sus hendijas cósmicas
grandes árboles
-de esos de los que cuelgan estrellas
como frutas-
introducen sus ramas
sus visiones de mañanas turbias
de noches con mirada radiante
Cada día hojas verdes irrumpen en mis poros
Ramas tuercen su destino en mis huesos
Crece la vida en mí como una planta
sedienta de mi verbo y mi experiencia
Hoy florezco, asciendo al azul cielo
de las jacarandas
Mañana bajaré al rojo averno
de los malinches
o arderé en el pétalo solar
de los corteses
Toda soy vegetal, toda carnívora
A un tiempo nutricia y animal de rapiña
El tiempo ama mi cuerpo y asciende los muros de mis piernas
usa mi vientre de jarrón para sus frutas suculentas
viste mi torso de palmera
enhebra en mi pelo las fibras del henequén y el lino
me camina, me horada, me acaricia
hora tras hora, minuto tras minuto
viste mi ser de selvas
me enmaraña el sentido
va dulcemente atravesándome
llevándome consigo.

Monday, September 01, 2008

Incomunicados



Hoy fue un día en que nada amable sucedió.
No hubo incendios de mi piel al lado de la tuya,
sino más bien la inquietante sensación
de que en la vida que juntos transcurrimos
uno de los dos era agua
y el otro, tenaz y denso aceite.
En tiempos como éstos
las palabras abundan y cruzan de mi lado a tu lado
sin efecto y sin rastro.
De lo dicho sólo permanece el chasquido de las vocales
y las consonantes,
el sonido del lâtigo inútil,
el aire a fieras sueltas e indomables.
Múltiples argumentos
van y vienen sobre el pasillo oscuro
donde alguien cerró todas las puertas.