
¿Es la única?
Me pregunta la mujer en el parque
contemplando los juegos de Adriana.
Tengo cuatro, le respondo.
No tarda mucho en preguntarme sus edades
Y en mirarme, incrédula, cuando se las digo.
-Se ve usted muy joven para todo eso- comentan.
Es un halago
pero siempre me hace pensar
en los tristes perfiles, las asociaciones,
de la maternidad.
Más vida dan las mujeres,
-sostiene la popular sabiduría-
más vida pierden.
Los partos las destiñen.
Engordan. Se agotan. Envejecen.
Cuatro hijos tendrían que haber terminado con la sensualidad
o el deseo.
Como si cada hijo mágicamente redujera la libido,
y no fuera la realidad exactamente lo contrario:
Cada hijo dejándonos más cerca de la vida
más proclives a la ternura,
la piel más suave y el sexo más acogedor.
Es la falta de pan, de amor, la que desgasta.
No el parto.
1 comment:
Si..Nos desgasta..nos jarta..nos curte la piel y la esperanza de ke mas adelante podremos continuar como mujer por la vida..ya ke pasamos a ser la tapa rotos de cada problema ke surja en el hogar..y los problemas y necesidades nuestras kedan a segundo plano.Ke importa si no tenemos el mismo cuerpo lozano y bello de antes? Se entragara de la misma forma ke cuando lo teniamos dando el mismo amor y la pasion kon mas millaje ke cuando comenzamos...mas control o descontrol pero consciente y sencible a lo ke entregamos por entero.
Mafalda
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